Encuentros con deportistas, actores y actrices, al margen de las reuniones políticas, incluso de su gabinete siendo Presidente, fueron una constante en sus visitas a Mar del Plata.
Carlos Saúl Menem fue, sin lugar a dudas, el presidente que más visitó y disfrutó Mar del Plata. Antes de asumir la jefatura de Estado y durante la década en la que gobernó el país, entre 1989 y 1999, el riojano eligió una y otra vez “La Feliz” para practicar deportes, reunirse con figuras del mundo del espectáculo y ejercer el culto a la amistad que tanto lo caracterizó, según quienes lo conocieron. También se dedicó, en esta ciudad, a hacer política.
Más de una década antes de llegar a la Casa Rosada, Menem había elegido Mar del Plata para cumplir su arresto domiciliario forzado por la dictadura, luego de que la Junta Militar lo encarcelara en 1976, cuando era gobernador de La Rioja.
Entre 1978 y 1980, el futuro Presidente estuvo detenido en un domicilio de esta ciudad. Luego, siguió su arresto en Tandil y más adelante volvió a La Rioja.
Como jefe de Estado, fue famoso su viaje a toda velocidad por la ruta 2 en la Ferrari “Testarossa”. También sus partidos en el Golf de Playa Grande, con George Bush padre -presidente de Estados Unidos- como invitado estelar, y sus hospedajes en el Hermitage Hotel.
Sus encuentros con deportistas, actores y actrices, al margen de las reuniones políticas, incluso de su gabinete siendo Presidente, fueron una constante en sus visitas a Mar del Plata.
El amor de Menem hacia los deportes, y sobre todo su pasión por el fútbol y River, llevaron, por ejemplo, a que en la residencia de Chapadmalal un equipo de técnicos de televisión debieran trabajar un fin de semana durante horas para instalar el circuito de cable y que el Presidente pudiera ver, de esa forma, los partidos del campeonato de Primera División en la pantalla chica.
FOTOS. Archivo Diario La Capital de Mar del Plata.